Un Paquete Doble de Programas Suicidos - Autodestrucción Militarista y Apaciguamiento Desestabilizador

Por CrisHam, 15 Julio, 2023

Aunque el gobierno ruso puede dar razones comprensibles para la invasión del 24 de febrero de 2022, esta decisión fue irresponsable hacia la familia de naciones europeas y hacia la propia nación rusa. Porque con la invasión se abandonó la posición moralmente superior de víctima - acosada por la expansión hacia el este de la OTAN y el armamento de Ucrania- para cambiarla por la de torpe agresor. - La misma acusación de irresponsabilidad golpea también a los políticos occidentales, que echan leña al fuego con sus entregas de armas y persuaden a los ciudadanos de que eso sirve para combatir el fuego.

La política se mide por sus resultados. Se interrumpieron las negociaciones hace meses, millones de ucranianos tuvieron que huir de su tierra natal, los hombres aptos para el militar ya no pueden salir del país y unos cien de ellos pierden la vida todos los días. Asi, el veredicto es un fracaso político total en ambos lados. La obstinada defensa de los valores básicos de la democracia libre ignora una realidad en la que partidos de oposición ucranianos están prohibidos, las estaciones de televisión críticas con el gobierno están cerradas y los parlamentarios son espiados por su "correcto" comportamiento electoral, y todo esto después de que la autodeterminación cultural históricamente desarrolada del grupo rusohablante ya había sido desmantelada de antemano.

En el curso actual de la OTAN y la UE, las principales naciones de la civilización judeo-cristiana se tambalean en un trance hacia la Tercera Guerra Mundial, pero definida más correctamente en su cuarta guerra fratricida. Porque la Primera Guerra Mundial estuvo precedida por la llamada Guerra de Crimea (1853-1856), casi borrada de la memoria histórica. En esta misma Gran Bretaña y Francia intervinieron en un conflicto entre Rusia y el Imperio Otomano a cual se ampliaron a una gran guerra con un millón de bajas.– El partidismo a favor de los turcos musulmanes representó una violación flagrante de la solidaridad europea, y desde entonces ha formado un elemento constante pero oculto de la política británica y estadounidense (y, a su vez, también de la francesa).

El partidismo a favor de grupos islámicos y en contra de los europeos se mostró nuevamente en 1897 en la guerra de 30 días por la isla de Creta ocupada por Turquía, que terminó con altas obligaciones de reparación de Grecia. Este resultado de la guerra fue revelador en cuanto a los verdaderos ganadores de todos los conflictos militares durante unos dos siglos: los grandes bancos y con ellos el poder del gran dinero en el trasfondo de la política británica y estadounidense.

Después del final de la Primera Guerra Mundial en noviembre de 1918, la orden de paz para el derrotado Imperio Otomano en el Tratado de Sèvres se demoró hasta agosto de 1920 - demasiado tiempo según la regla de Niccolo Machiavelli, conforme con cual los golpes duros contra potencias rivales se deben completarse en muy poco tiempo. Según los términos de este tratado, debería haber habido una Armenia (cristiana) más grande con acceso al Mar Negro, un Kurdistán autónomo al este, y ganancias territoriales griegas al oeste. Además, se planificaron tribunales de crímenes de guerra, que debían castigar los genocidios cometidos por la parte turca contra armenios (con alrededor de 1,5 millones de muertos) y griegos.

Pero mientras que el tratado de paz de Versalles se aplicó contra Alemania con la mayor severidad, el Tratado de Sèvres no se ha implementado en absoluto en los puntos mencionados, hasta hoy.

La vacilación fatal de las potencias victoriosas ayudó a que se abriera paso una política poco solidaria con Europa y que en vez favorecía a las fuerzas islámicas - una politca entonces, que ya había caracterizada la guerra de Crimea. Este curso autodestructivo incluye dos antiestrategias que se han seguido "mejorando" hasta el día de hoy. Una consiste en cultivar un militarismo duro asociada con una imagen del enemigo. En el caso de Israel, Irán ostenta este rol desde 1979 y en el caso de los países de la OTAN, Rusia, aunque las tensiones Este-Oeste con la Unión Soviética se acabaron en 1986. La historia ha demostrado que las enemistades entre los pueblos y naciones de la civilización europea escalan hasta convertirse en guerras extremadamente duras con muchismas víctimas.

La segunda antiestrategia se presenta como un apaciguamiento sin espinas que ignora sus propias posiciones e intereses legales en relación a los pueblos del área cultural islámica. La primera consecuencia de esta actitud indecisa, que destruyó todo respeto, fue una revuelta turca a partir de 1919 contra los vencedores y sus condiciones de paz acordadas en Sèvres (guerra de liberación 1919-1923). La resistencia inicialmente se repercutió a los paisanos y fuerzas militares griegas que habían confiado en el apoyo efectivo de los aliados.

Como resultado, los objetivos del contrato de Sèvres dieron un vuelco. Armenia y Grecia fueron derrotadas (también por entregas de armas de los leninistas en Rusia) y se omitió el establecimiento de un Kurdistán autónomo o incluso independiente. En lugar de un enjuiciamiento legal efectivo de los genocidios cometidos durante la guerra, se produjeron más actos de violencia contra la población civil, con perpetradores y víctimas en ambos lados de la guerra. Las masacres culminaron en septiembre de 1922 en la antigua ciudad de Smyrna (ahora Izmir), donde alrededor de 100.000 civiles cristianos perdieron la vida. - En el momento del crimen (y días antes) había 21 buques de guerra estadounidenses, franceses e ingleses en el puerto de la ciudad. El hecho de que no tomaran medidas contra los perpetradores de la violencia, para prevenir al menos lo peor, revela dos hechos aleccionadores:

1. En la política británica y estadounidense, influenciada por el gran dinero, nunca ha tenido un lugar significativo el deseo de proteger la vida de paisanos indefensos, ni la solidaridad cristiana o europea.

2. El respeto de los turcos, derrotados en 1918, a los vencedores indecisos ya había expirado en 1919.

Los acontecimientos entre 1919 y 1923 marcaron un cambio de dimensión mundial, una inflexión historial. Desde entonces ha habido un constante socavamiento e una inversión de la jerarquía entre la alta civilización judeo-cristiana y el área cultural islámica, que ya había sido esclarecida definitivamente en las guerras bereberes (1801-1805 y 1815/1816). Estas operaciones se mantienen sistemáticamente fuera de la conciencia de los ciudadanos occidentales.

La falta de respeto también se expresó en los pogromos de Isatanbul de 1955, que finalmente pusieron fin a tres mil años de presencia de griegos en Anatolia.

En 1974 tuvo lugar la invasión turca de Chipre, un precedente de la actual guerra de Ucrania. Pero la prensa y la televisión ignoran los claros paralelismos históricos, por lo que Turquía "puede" continuar haciendo casi todo bajo el filtro protector de los medios que en caso de otros estados, provocaría indignación, sanciones y más.

Hay muchos otros hechos que muestran una guerra de información pseudomoral encubierta pero muy efectiva a favor del mundo islámico cada vez más dominante. Esto incluye el ocultamiento sistemático de la discriminación y persecución de los cristianos en los países islámicos, incluido el socio de la OTAN, Turquía (ver, por ejemplo, información de la organización Puertas Abiertas). Los impuestos especiales, las dificultades para heredar bienes inmuebles, las desventajas en la vida profesional y las conversiones forzadas se encuentran entre las formas más lijeras.

Cuando un terrorista australiano mató a un total de 51 personas en dos mezquitas en Christhurch, Nueva Zelanda, en marzo de 2019, la cobertura mediática mundial fue justificadamente alta. Pero solo unos pocos televidentes occidentales pueden haber sido conscientes de que más del doble de cristianos son asesinados cada semana, también solo por su fe; de octubre de 2021 a septiembre de 2022 hubo 5621 muertes, más de 15 por día sin casos no denunciados. Esta violencia ha estado aumentando durante décadas de manera recíproca con el respeto al Occidente decreciente. Cuando su principal potencia EE.UU. se retirararon de Afganistán en agosto de 2021, "accidentalmente" hizieron posible que los talibanes conquistaran armas por valor de unos 85 mil millones de dólares. Desde entonces, los islamistas afganos se han considerado seriamente a sí mismos como una superpotencia.   

Al mismo tiempo, la guerra de propaganda manejda por personas influyentes en Gran Bretaña y los Estados Unidos contra los intereses cristianos y judíos por organizaciones adineradas (a saber, ONG) y por medios de comunicación está claramente dirigida contra los principios de la libertad y la autodeterminación. Intervención estatal masiva - defendida por los medios de comunicación - ha dado un triste testimonio durante la mal gestionada crisis del Covid.

Teniendo en cuenta el constante ataque de los medios contra la civilización europea, el creciente suministro de armas de Occidente a Ucrania se identifica como su continuación militar lógica. Sin ni remotamente recibir la atención adecuada en los principales medios de comunicación, se "permitió" al gobierno ucraniano romper las negociaciones con Rusia el 17 de mayo de 2022 y vinculó la reanudación a condiciones previas incumplibles, de modo que la espiral de escalada ahora está en modo automático hacia el uso de la máxima violencia. Cuando las naciones del área cultural judeo-cristiana se vuelven a desgarrar en la tercera guerra mundial que ha comenzado, los verdaderos vencedores ya están seguros; son las riquísimas y también extremadamente carentes de fuerzas solidarias en el trasfondo de la política anglosajona y sus protegidos.

Sin embargo, determinar la identidad de estos protegidos es un juego de detectives, porque cada acción que carece de solidaridad requiere un enfoque discreto utilizando desvíos que distraen; entonces incluso mas distracción de los ciudadanos requiere una política cual es generalmente escasa de solidaridad y va en contra de los intereses e ideales de la propia nación.

El hallazgo más significativo relacionado con esta confusión es que el judaísmo y el Estado de Israel no son, como los principales medios de comunicación "políticamente correctos" hacen creer a la gente, los “niños mimados” amistosamente protegidos por las poderosas dinastías financieras, sino sus rivales reñidos. Al igual que la política dirigida contra los intereses de supervivencia de la civilización europea en su conjunto, la política dirigida específicamente contra Israel y el judaísmo también se ha acelerado desde el cambio de era antes mencionado de 1918/19.

Sin embargo, esta política destructiva siempre estuvo camuflada detrás de un telón de fondo en el que los secuaces judíos del imperio financiero y de las corporaciones internacionales, a través de su relativa riqueza e influencia, inconscientemente aseguran la continuación del mito del deseado o ya real "dominio mundial de los judíos". En retrospectiva, uno puede ver que el establecimiento político y financiero conocido como el estado profundo ha sabido durante al menos 100 años cómo usar el judaísmo como un escudo protector expuesto detrás del cual puede desplegar su poder no oficial del gran dinero sin ser molestado. Porque según muchas narrativas que se han adaptado a esto, cualquier crítica, absolutamente legítima y necesaria, al imperio financiero debería considerarse antisemita y, por lo tanto, tabú.

Las posibilidades de supervivencia de la civilización libre dependen de la clara distinción entre el judaísmo y el establecimiento financiero. Porque nada evita la necesidad de detener la insolidaridad que emana de "las personas dueñas de la sociedad", las personas que, según Noam Chomsky, son dueños de la sociedad. Y es igualmente necesario proteger al judaísmo de los efectos laterales antiisraelíes y antisemitas de esta crítica.

Como hemos visto, un retraso de casi 2 años con el tratado de paz de Sèvres fue suficiente para impedir su implementación y convertir sus ideas básicas en su contrario. Igualmente, la Declaración Balfour emitida por el gobierno británico en 1917, es decir, todavía durante la guerra, según la cual se establecería un hogar para el pueblo judío en Palestina, experimentó un torpedeo de la idea básica.

La implementación de este proyecto se decidió en la conferencia de vencedores en San Remo en abril de 1920 y, después de otro retraso, se hizo valiente en julio de 1922 en la forma del Mandato Británico para Palestina otorgado por la Sociedad de Naciones. En la práctica, sin embargo, hubo una cadena de retrasos y obstáculos sistemáticos por parte del mandatario, y en 1923 se redujo el territorio por separar Transjordania (y, por lo tanto, 3/4 del área bajo mandato). Los británicos cancelaron el mandato en 1948 sin cumplirlo. Cuando los residentes judíos aseguraron la realización atrasada en al menos una parte del territorio prometido al proclamar el estado de Israel, los residentes árabes se rebelaron violentamente contra esto, a pesar de que a les se había prometido la protección de sus derechos.

La intervención adicional en esta guerra civil palestina por parte de los países árabes vecinos Líbano, Siria, Transjordania, Irak y Egipto, a los que Francia y Gran Bretaña acababan de otorgar generosamente su independencia, se debió a la misma falta de respeto a las normas de paz posteriores a la Primera Guerra Mundial como demostrado por los turcos al ignorar el Tratado de Sèvres. Las causas psicológicas y los cambios de poder detrás de ellos en detrimento de las naciones judeo-cristiana también fueron los mismos - ver Capítulo B 10 en www.frieden-freiheit-fairness.com.

Sin embargo, no es misma culpa de los árabes que hasta el día de hoy no hayan podido encontrar una percepción indulgente de la realidad política y encontrar su tranquilidad. Más bien, es el ambiente mediático y político de Occidente el que sugiere posiciones legales inexistentes y, en esta ilusión, las incita a un revanchismo sin fin.

Qué lejos este ambiente mediático y político está de la realidad histórica y de una valoración racional de la misma, ya deja claro una manejable selección de hechos:

1. Hasta la Primera Guerra Mundial, la mayoría de las áreas habitadas por árabes había estado bajo dominio turco-otomano durante siglos.

2. Los turcos se habían adoptado elementos de la civilización europea (incluida la tecnología armamentística) mucho más a fondo que los árabes y todavía lo están haciendolo. Por eso no había ninguna forma de que los movimientos nacionales árabes se liberaran del dominio extranjero por sí mismos.

3. Para esta liberación, la Primera Guerra Mundial ofreció una oportunidad históricamente única - en una alianza con Gran Bretaña y Francia.

4. Como resultado, todos los países árabes han logrado la independencia, aunque con un retraso de unos 30 años.

5. La única penuria, el único precio que se exigió a los árabes fue el establecimiento permanente de la soberanía judía sobre Palestina, un área que cubre apenas el 0,2% de la superficie de las tierras árabes.

6. Como resultado de la Primera Guerra Mundial, este estatus legal es un hecho desde 1922 y un requisito para todas las regulaciones detalladas.

7. Todavía rebelarse contra este orden de posguerra en venganza 100 años después del Tratado de Mandato de la Sociedad de Naciones es tan absurdo como la idea de que hasta el día de hoy se realicen ataques terrorístas desde Alemania en Polonia para restaurar las fronteras de 1914.

8. Los árabes intensificaron la resistencia hasta la guerra cuatro veces (1948, 1956, 1967 y 1973), cada vez con el objetivo declarado de terminar con el Estado judío y arrojar a los judíos al mar. Perdieron la guerra por Palestina cuatro veces y así confirmaron la supremacía judía cuatro veces.

9. Además, en el contexto de la expulsión de casi todos los judíos de los países árabes (con descendientes, una buena mitad de la población judía de Israel) a más tardar después de la guerra de Yom Kippur en 1973, el estado judío también estaba en una posición moral en la que un reasentamiento de árabes invertido se podría considerar una medida de autodefensa justificada y puede seguir siendo válida en caso de una rebelión sostenida (terrorista = bélica).

10. La ausencia de tal expulsión en 1973 debería haber evocado una sensación de alivio (que fatídico) entre los palestinos (que se han llamado así desde 1967). Este habría sido el punto psicológico apropiado para dar el respeto atrasado al estado judío.

11. Si bien la mayoría de los 800.000 refugiados judíos fueron acogidos e inmediatamente integrados en Israel, casi todos los estados árabes se negaron a integrar a los refugiados árabes de Palestina (aproximadamente la misma cantidad), aunque su política militante hacia Israel había sido la causa de los movimientos de huida.

12. Como resultado de una alta tasa de fecundidad (actualmente todavía 3,8 hijos por mujer), los aproximadamente 1,2 millones de residentes árabes de Palestina en 1948 han aumentado a alrededor de 14 millones de palestinos a fines de 2021, que se han distribuido por todo el mundo a través de la migración.

13. Los refugiados palestinos no integrados en el Líbano, Siria, Jordania, la Franja de Gaza y Cisjordania han sido alojados en 58 campamentos de refugiados oficiales y 10 no oficiales desde la guerra de 1948 y son atendidos por una suborganización de la ONU, UNRWA.

14. Muchos ejemplos paralelos han demostrado que la vida en campamentos supervisados, lejos de cualquier responsabilidad personal, favorece tasas de natalidad excesivas.

15. En 2021, unos buenos 5,8 millones de personas tenían el estatus (¡hereditario!) de refugiados palestinos, entre siete y ocho veces más que los que habían huido en 1948.

16. La propaganda de odio antijudía se ha llevado a cabo en las escuelas de los campamentos de UNRWA durante décadas, mientras que los medios de comunicación hacen la vista gorda y los políticos occidentales apoyan activamente a UNRWA hasta el día de hoy.

17. Las fuerzas no solidarias en el trasfondo de la política occidental, que han servido a los intereses islámicos desde la Guerra de Crimea de 1853-1856 y facilitaron que la resistencia turca después de la Primera Guerra Mundial pudiera convertir el orden de posguerra acordado en su opuesto, agregaron, bien disfrazada, una nueva arma a su arsenal: la manipulación subversiva del comportamiento. Esto conduce a los mismos ciudadanos en un curso de apaciguamiento, en el que se ignoran a las propias posiciones legales y a la comunidad solidaria históricamente predeterminada de la civilización judeo-cristiana.

18. En el estado psicológico de apaciguamiento, los ciudadanos y políticos occidentales siguen sin darse cuenta de su creciente servilismo. Así que se da por sentado que los fondos utilizados para construir los campos de refugiados palestinos (absolutamente en contra de los intereses judíos) provinieron abrumadoramente de Europa y América del Norte. UNRWA, con su inmenso gasto social y escuelas cuestionables, también está financiado principalmente por estados no musulmanes, y la Autoridad Palestina en Cisjordania recibe anualmente más de $ 1.8 mil millones en ayuda para el desarrollo.

19. Del mismo modo, fueron principalmente los países occidentales los que acogieron a millones de palestinos en el extranjero y, por lo tanto, asumieron una tarea que era y sigue siendo un asunto exclusivo de los países árabes, especialmente después de que expulsaron a su minoría judía.

20. La consecuencia psicológica inevitable de tal deferencia excesiva es una falta de respeto, más demandas y el cuestionamiento del rango y de los derechos de los estados occidentales perpetuamente obedientes.

21. Así como la indecisión y el apaciguamiento alentaron a los turcos derrotados en 1919 a resistir los términos de paz posteriores a la Primera Guerra Mundial, lo mismo ocurre con la mayoría de los países árabes hasta el día de hoy.

Con estas observaciones en mente, es claro que las naciones y grupos religiosos de la civilización judeo-cristiana han estado sujetos a una sutil pero altamente eficiente guerra de información, o más bien de manipulación, por más de 100 años. Los operadores no solidarios de esta guerra cuentan con un amplio abanico de instrumentos desde equipos de lobby, medios de comunicación y decenas de miles de organizaciones, especialmente ONG.

Las campañas concertadas en los medios de comunicación demuestran de manera impresionante y repetida el poder similar al de un tsunami con el que se pueden utilizar estos instrumentos para influir en los estados de ánimo y en las opiniones y desencadenar acciones políticas. El 3 de abril de 2016, 109 periódicos, estaciones de televisión y medios de internet en todo el mundo publicaron simultáneamente los llamados Papeles de Panamá, que destaparon la evasión fiscal y el lavado de dinero por parte de muchas personas adineradas. Sin embargo, al igual que la nueva edición de octubre de 2021 en forma de las “Pandora Papers”, esto no fue más que una maniobra de distracción de los flujos financieros, que son varias potencias de diez más importantes y que son administrados continuamente casi libres de impuestos por unos pocos superricos, con una eficacia política considerable.

Aún más peligrosa que cualquier campaña espectacular es la manipulación sutil de la opinión todos los días a través del suministro filtrado de información y comentarios deliberadamente desequilibrados. Un ejemplo puede aclarar esto.

El actual ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, proviene de una familia que tuvo que abandonar Irak debido a su identidad judía. Los medios occidentales lo etiquetan como extremista, en parte porque aboga por la deportación de extremistas reales e incorregiblemente violentos que han mantenido al país en un estado de guerra sin fin durante décadas.

En el contexto de los hechos históricos mencionados anteriormente en los puntos 1 a 21, la actitud del Ministro debe ser fácil de entender. En circunstancias normales, el curso de acción que prevé tendría un efecto disuasorio significativo. Pero estas condiciones normales no existen. En el entorno de los medios occidentales, que se caracteriza por la falta de conocimiento histórico, por el apaciguamiento desenfrenado y por la copia de consignas polarizadoras de BDS, los roles se invierten. Porque al calificar a Ben-Gvir como extremista, los extremistas reales son implícitamente y efectivamente reconocidos como víctimas vulnerables.

De acuerdo con las reglas psicológicas más simples del aprendizaje, este respaldo "moral" para los delincuentes violentos no puede ayudar a frenar los actos (terroristas) relevantes, sino que, por el contrario, conduce a una mayor rebelión y al uso de la violencia.

El pequeño ejemplo también ilustra la situación atrapada entre una política consistentemente dura y el apaciguamiento de los medios, en la que el margen de maniobra de Israel se vuelve peligrosamente estrecho. Sin embargo, lo mismo se aplica a todos los demás países occidentales. Porque en el curso político actual y en la atmósfera mediática asociada de militarismo irracional en la guerra fratricida ucraniana por un lado y apaciguamiento ceroso hacia el mundo islámico por otro lado, la civilización libre se dirige hacia su propia destrucción.

Para una rápida liberación del corsé mental doblemente suicida, es de gran ayuda tener en cuenta otro nivel de influencia de las fuerzas no solidarias que ya aparecieron en la Guerra de Vietnam (1955-1975).

Además de la práctica manipuladora de tergiversar la realidad con fines propagandísticos, existe una manipulación de la realidad misma. - Si bien la industria armamentística occidental ha generado varios billones de dólares en las últimas décadas, y si bien esta gran suma se ha cobrado de los ciudadanos por su supuesta seguridad, prácticamente todas las intervenciones militares importantes de Estados Unidos y Gran Bretaña en países islámicos como Afganistán 2001 -2022 y Irak 2003-2011 condujo al desastre. La única explicación racional para la discrepancia surrealista entre el esfuerzo y el “éxito” ya conocida de la Guerra de Vietnam es que existen tan pocas “condiciones normales” a nivel de implementación de acciones militares como a nivel de informes militares. - Esta tesis se vuelve tanto más enfática cuanto más se trata de las operaciones militares estadounidenses, comenzando con la Guerra Hispanoamericana (1898-1899) - ver Comentario D 1 Capítulo 4 y Capítulo A 20, segunda mitad en www.frieden -freiheit -fairness.com.

El desastre de todas estas operaciones afectó sobre todo y siempre en primer lugar a la población civil, que tuvo que sufrir de las duras intervenciones de los militares, que actuaron supuestamente como precursores de la democracia libre. Los soldados, que no tenían formación sociológica, psicológica ni de lenguas extranjeras, no eran percibidos como libertadores, sino como conquistadores carentes de solidaridad. Dado que los políticos nacionales democráticamente elejidos al mismo tiempo resultaron ser corruptos, el apoyo de los invasores occidentales en la población disminuyó inflacionariamente. El fracaso militar permitido después de unos años trajo el resto del respeto al colapso - ver Apéndice C 6 en www.frieden-freiheit-fairness.

En agudo contraste con las torpes operaciones militares occidentales en países del área cultural islámica, en la relación interna entre naciones y grupos de civilización europea, se está dando un curso carente de sensibilidad, martilleante, eludiendo cualquier comprensión racional, de escalada máxima y impulsado bajas gigantesas - como en las últimas dos guerras mundiales y también en el tercio actual entre Rusia y la UE-Europa.

Enfrentar este grave peligro solo se puede realizar con éxito si se logra retroceder la influencia de las fuerzas no solidarias y interesadas en la guerra en el trasfondo de la política británica y estadounidense. Sin embargo, la única forma no violenta y mucho más eficaz no conduce por coerción legal o de otro tipo, sino por la convicción racional. Porque las fallas estructurales y la inadecuación absoluta para el futuro del concepto sociopolitico de secretismo y encubrimiento utilizado por los magnates financieros, son comprobables; consulte los Capítulos A 30 y B 8 en www.frieden-freiheit-fairness. com.     

Mientras tanto, hay cada vez más señales de que el espíritu político se está corrigiendo. El 17 de diciembre de 2022, el conocido comentarista de Fox News, Tucker Carlson, abordó la cooperación secreta entre las fuerzas antidemocráticas del Estado Profundo y la CIA. Además, el explicó la involucración del servicio secreto en el asesinato del presidente John F. Kennedy y en el Escándalo de Watergate. El último asunto obviamente estuvo escenificado para ocultar el primero – caso que obligó al sospechando Richard Nixon a quitar su cargo como presidente.

El cambio de conciencia que ahora está en marcha se refiere a algunas ideas fundamentales:

1. Durante más de 100 años, los ciudadanos occidentales excesivamente crédulos han estado expuestos a una guerra de información que ha dañado a sus intereses y a los ideales de la democracia libre.

2. Su doble estrategia destructiva consiste en la sutil propagación de dos caminos suicidas, sobre los cuales está infaliblemente preprogramada la salida de las grandes naciones y grupos religiosos del ámbito cultural cristiano-judío del escenario histórico.

3. Un arma particularmente pérfida en esta guerra de información es la sugerencia de culpa a los ciudadanos de estos naciones y grupos religiosos. 

3.1 Durante décadas ha habido una tendencia en los medios de comunicación y en la educación hacia una devaluación moral de la historia europea. A un lado no se valoran adecuadamente los descubrimientos científicos, el progreso técnico, los logros de integración durante el desarrollo de nuevas naciones en el doble continente americano y los impulsos de la democracia libre. Al otro lado se sobrevaloran o tergiversan las atrocidades y opresiones contra los pueblos conquistados durante la época colonial.

3.2 A los operadores y beneficiarios verdaderos del saqueo colonial se mantienen sistemáticamente fuera del foco. Como se puede demostrar (especialmente por fuentes indias, por ejemplo, contemplando el caso de la Compañía de las Indias Orientales), se trataba principalmente de grandes empresas comerciales (sociedades anónimas). Su base económica consistía en privilegios otorgados por la realeza en las colonias de la corona británica. Dado que dichos privilegios incluían los derechos soberanos del estado, incluida la fuerza militar, ofrecían un ámbito históricamente sin precedentes para la opresión y el saqueo sin escrúpulos.    

3.3 La distorsión de la verdadera historia sirve al interes de los herederos y/o sucesores ideológicos de los antiguos saqueadores y explotadores en una reputación impecable. Específicamente, se trata de una fachada limpia para su imperio corporativo y financiero, que todavía se basa en quedarse casi exento de impuestos y en otros privilegios. Por lo tanto, se trata de un disfraz como lobo con piel de oveja - consulte los Capítulos A 5 y A 9 en www. Frieden-freiheit-fairness.com.         

3.4 La incesante culpabilización a los europeos resulta ser una proyección psicológica del chivo expiatorio sin precedentes.

4. Debido a que "las personas dueñas de la sociedad" (según Noam Chomsky) tienen en sus manos filtros de información definidos establecidos al nivel de las grandes agencias de noticias oligopolistas, determinan en gran medida el zeitgeist conocido bajo el nombre de "corrección política" .

5. La pseudomoralidad que se ha difundido hasta ahora en los medios de comunicación en realidad ha producido polarización, tendencia a la violencia, desintegración y desestabilización en todo el ámbito cultural judeo-cristiano bajo el pretexto del progreso social, de la integración y de la seguridad de salud y militar - consulte los Capítulos A 4 y B 5 en www.frieden-freiheit-fairness.com. Los acontecimientos posteriores a las elecciones presidenciales estadounidenses de 2020 han dejado claro qué el abismo emocional que separa a los distintos grupos ideológicos ya ha alcanzado dimensiones peligrosas.

6. La culpa asignada a las naciones europeas según el punto 3.4 es cada vez más rechazada con el despertar de la ciudadadanía y del periodismo verdaderamente libre - y entonces recae sobre los operadores del sistema.

7. Esta liberación mental constituye el núcleo para un cambio fundamental que, en agudo contraste con el de 1919, abre la perspectiva futura de una coexistencia pacífica y justa de naciones, grupos religiosos y personas individuales.

Sin embargo, sigue siendo incierto si el cambio de conciencia entre periodistas, ciudadanos y políticos puede progresar lo suficientemente rápido como para evitar la escalada grande en todas las zonas de conflicto, es decir, en Ucrania, Israel-Iran y China-Taiwán.

En esta situación, hay un atajo que consiste en hacer contacto directo con los iniciadores del entorno político-mediático. Porque, como ya se mencionó anteriormente, una solución en cooperación con los amos del imperio financiero es posible y mucho preferible a una confrontación. Por varias razones, judíos idealistas son los predestinados para este contacto y persuasión; véase los Capítulos B 7 y B 10 y el Apéndice C 7 en www.frieden-freiheit-fairness.com.